El Supremo de EE.UU. reconoce a Trump inmunidad por sus actos como presidente, pero no para los privados

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El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha otorgado este lunes inmunidad al expresidente Donald Trump (2017-2021) por sus actos como máximo mandatario. Anula así la decisión judicial que rechazaba la petición de inmunidad del líder republicano ante la justicia federal por su intento de revertir su derrota electoral de 2020 e instigar el asalto al Capitolio en 2021. Se trata de una sentencia histórica que reconoce por primera vez cualquier forma de inmunidad presidencial.

Según el tribunal, los exmandatarios estadounidenses tienen derecho a la «inmunidad absoluta» frente a enjuiciamientos por acciones dentro de su autoridad, la cual es rechazada por actos realizados a título privado.

Donald Trump ha celebrado como una «gran victoria» el fallo del tribunal: «Esta es una gran victoria para nuestra democracia y nuestra Constitución, ¡estoy orgulloso de ser estadounidense!», ha escrito el expresidente en su red social Truth Social.

La decisión se ha producido tras la apelación del magnate republicano a un fallo de un tribunal inferior que rechazó su solicitud de inmunidad. Trump es el candidato republicano que se enfrentará al presidente demócrata Joe Biden en las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre, en una revancha de hace cuatro años. La lentitud del tribunal en la tramitación del caso ya había ayudado a Trump al hacer improbable que cualquier juicio sobre estos cargos presentados por el abogado especial Jack Smith pudiera completarse antes de las elecciones.

¿En qué casos queda inmune Trump?

El fallo del Tribunal Supremo ha salido adelante por una votación 6-3, seis jueces conservadores frente a tres liberales. «Concluimos que bajo nuestra estructura constitucional de poderes separados, la naturaleza del poder presidencial requiere que el expresidente tenga cierta inmunidad de enjuiciamiento penal por actos oficiales durante su mandato», ha escrito el presidente del tribunal, John Roberts.

El caso será devuelto a los tribunales inferiores para una nueva revisión. Los jueces han analizado cuatro categorías de conducta contenidas en la acusación contra Trump: sus discusiones con funcionarios del Departamento de Justicia tras las elecciones de 2020, sus presuntas presiones al entonces vicepresidente Mike Pence para bloquear la certificación de la victoria electoral de Biden, su presunto papel en la reunión de falsos electores y su conducta relacionada con el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos.

El tribunal considera que Trump goza de inmunidad absoluta por sus conversaciones con los funcionarios del Departamento de Justicia, no obstante, el caso pasa a los tribunales inferiores para determinar si el candidato republicano tiene inmunidad para las otras tres categorías.

El caso de inmunidad ante el Supremo surge de un tribunal federal de Washington D.C., donde un gran jurado en agosto de 2023 le imputó tres cargos penales por intentar revertir los comicios que perdió frente a Biden en 2020 e instigar el asalto al Capitolio de 2021, que ocurrió cuando estaba prevista la certificación de los resultados electorales.

Si bien no consta en la Constitución ni en las leyes, los presidentes de Estados Unidos en activo han gozado históricamente de una inmunidad absoluta frente a procesos judiciales relacionados con sus funciones para así evitar una violación a la separación entre el poder ejecutivo y el judicial.

La defensa de Trump ha querido llevar esa doctrina legal un paso más allá, alegando que los expresidentes siguen gozando de inmunidad penal por actos cometidos durante su mandato. Sin embargo, la Fiscalía defiende que Trump no puede estar por encima de la ley.

Esta decisión podría tener consecuencias para otros casos a los que se enfrenta Trump en Georgia por sus intentos de invalidar los resultados electorales en ese estado, y en Florida por almacenar ilegalmente material clasificado en su mansión de Mar-a-Lago tras dejar la Presidencia.

Fuente: Agencias